El uso de portafolios como herramientas de
apoyo a los procesos de enseñanza aprendizaje goza de una tradición mucho más
extensa y prolífica en entornos anglosajones, especialmente en los Estados
Unidos. En Europa los ejemplos son más escasos y se circunscriben,
principalmente, al Reino Unido. La bibliografía no es abundante y se trata de
un tema que todavía está despertando, pero que cada día llama la atención de un
número mayor de profesionales. Por ejemplo, en la BUSC (Biblioteca de la
Universidad de Santiago de Compostela) contamos con once publicaciones
relacionadas con los portafolios en Educación, de las cuales solo una está en
castellano.
El propio término suscita muchas dudas ¿es portafolio o portafolios, el nombre correcto?
Según la RAE ambos son correctos:
portafolio o portafolios.
(Del fr. portefeuille).
1.
m. Cartera de mano para llevar libros, papeles, etc.
Tampoco parece haber un consenso con respecto
a qué herramienta o recurso define el término, pues es muy común pensar en el
portafolio como en una colección de trabajos (generalmente comentados)
excepcionalmente buenos o relevantes en la trayectoria de una persona. Esta
idea proviene de los orígenes de la idea de portafolio, en concreto en el mundo
de las artes plásticas. Los portafolios, en este contexto sirven para mostrar
las habilidades de un artista, habilidades que no se muestran simplemente a
través de un CV. El futuro contratador quiere, necesita, ver de qué es capaz el
fotógrafo o dibujante que está a punto de contratar; necesita también comprobar
si su estilo, su línea de trabajo y su enfoque, son los adecuados para el
trabajo que se propone. Por tanto, los portafolios nacen como presentación de resultados,
orientados no al proceso, sino al producto.
El mundo de las finanzas, siempre inquietas
buscadoras de nuevas soluciones en un mundo tan agresivo, impredecible y
mutable como el de las inversiones bursátiles, vio en el uso de portafolios un
buen modo de monitorizar las evoluciones de inversores e inversiones.
La educación ha tomado ambas ideas, la que
refleja el producto, pero también la que monitoriza el proceso y ha dado lugar
a lo que denominamos portafolios educativos. Los portafolios han
adquirido en los últimos tiempos una gran relevancia. Buena parte de este
impulso se debe a la red y a la utilización de portafolios electrónicos ya que
reducen, en buena medida, el engorroso trabajo de archivar, clasificar, ordenar
y reordenar los materiales acumulados.
Es en la red donde se aprecia la desigual
distribución del interés y uso de portafolios. Si nos remitimos a la Wikipedia (el proyecto wiki más desarrollado y con
mayor difusión) nos encontramos que el término portafolio tiene entrada en
inglés y alemán, en francés el término nos redirecciona a la página de
finanzas; y no aporta ninguna información en español, portugués o italiano, por
ejemplo. En resumen, podemos decir que no hay un consenso absoluto acerca de
qué es y qué no es un portafolio. En el presente trabajo trataremos de
dilucidar qué entendemos por portafolio y por portafolio electrónico.
Seguidamente haremos un análisis de las posibles consecuencias de su uso en el
aprendizaje de lenguas.
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